Una misión familiar
La finca Adornes tiene la particular característica de haber sido una propiedad familiar desde sus inicios.
Al ser la decimoséptima generación que hereda la finca, la familia vive su gestión como un honor y una gran responsabilidad.
Foto : Amélie de Wilde
«Creemos que nuestra misión es preservar este patrimonio inmobiliario, artístico e histórico respetando al máximo sus funciones originales y su carácter íntimo y familiar. Por tanto contribuimos modestamente a mantener el conocimiento de lo que nos plasmó. También queremos compartir nuestras reflexiones y convencer al público del compromiso con la conservación del patrimonio. No queremos cultivar la nostalgia ni sus ataduras; al contrario, queremos hacer del patrimonio una incubadora donde poder soñar y ayudar a diseñar el futuro. En particular, el arte, estrechamente vinculado a la historia de los lugares, ofrece un estímulo esencial para el pensamiento y una visión intransigente de la sociedad. »
El conde y la condesa Maximilien de Limburg Stirum
He aquí 700 años de historia familiar de un vistazo.
c. 1300 - 1754 : la familia Adornes
Los primeros Adornes, originarios de Génova (Italia), se establecieron en Brujas en el siglo XIV. Las fuentes apuntan que la rama flamenca de la familia se remonta a la década de 1350, con un tal Opicius Adornes como fundador. Los Adornes se integran pronto en la aristocracia de Brujas y ocupan puestos clave en la vida administrativa y económica de la ciudad.
1754 - 1882: la familia de Draeck toma el relevo
Jacoba Adornes es la última administradora que lleva el apellido Adornes.
1882 hasta la actualidad: familia de Limburg Stirum
Tras la muerte de Astérie Albertine de Draeck en 1882, la gestión y la propiedad de la finca pasan a manos de la familia de Limburg Stirum.